San Telmo y Costanera Sur

"(....) Durante la senectud continúan los cambios en el cuerpo que cada vez son más importantes, y que hacen tomar consciencia al sujeto que se va acercando inexorablemente a su desaparición. Además, el cuerpo tiene también una función muy importante en la puesta en juego de la identidad ante los otros. Nuestra más radical autoimagen de nosotros mismos es la imagen que nos devuelve el espejo, y es así como imaginamos la impresión que causamos a los demás en nuestra interacción.  Sabemos que seremos juzgados por cómo aparecemos y por eso utilizamos nuestro cuerpo para convencer a los demás de lo que somos. Y así, todo actor debe tener un manejo suficiente de su cuerpo, un control rutinario, que le haga aparecer como un actor fiable "(Goffman, 1971)

"Lo que hoy siente tu corazón, mañana lo sentirá tu cabeza." Anonimo
Susan Sontag (2005) comenta en su obra “Sobre la fotografía” : “Las fotografías son quizás los objetos más misteriosos que constituyen, y densifican, el ambiente que reconocemos como moderno. Las fotografías son en efecto experiencia capturada y la cámara es el arma ideal de la conciencia en su talante codicioso… Fotografiar es apropiarse de lo fotografiado. Significa establecer con el mundo una relación determinada que parece conocimiento, y por lo tanto poder” (pag. 16).













Perdoname... 
Decía Diane Arbus en su diario: “una fotografía es un secreto sobre un secreto, cuanto más te cuenta menos sabes”. . Hay muchas formas de dotar de sentido o significado a dicha frase. Los secretos siempre cuentan cosas que no deben ser contadas, las fotos a menudo también. Una fotografía en si misma explica cosas, pero no las narra todas, solamente aquellas que es capaz de captar el que la mira o el que la toma. Por eso esa comprensión depende de los secretos de uno mismo. Es aquella parte de nosotros que no conocemos la que a menudo interpreta las fotografía que vemos o hacemos aunque no tengamos conciencia de ello.

Super Girl en Buenos Aires




Rayas negras y blancas
En muchas ocasiones la cámara es un refugio frente a la realidad, especialmente sobre aquella que nos disgusta y asusta, es una protección – en forma de máscara paralizante – que se interpone entre la realidad y el fotógrafo. La mirada del “sujeto real” queda como anestesiada por la del “sujeto-fotógrafo”, éste solamente actúa a través de su cámara, como si llevarla colgada del cuello le impidiera comportarse como un sujeto ordinario.

A partir de cierta edad cada hombre es responsable de su rostro. ..dijo Albert Camus.


Lo que el viento se llevo