El transformista

"(...) Una es más auténtica mientras más se parece
a lo que ha soñado de sí misma (...)"
La Agrado en "Todo sobre mi Madre"





"El transformista o agente transgresor se consagra a la búsqueda de una ruptura estética en la que ambos géneros coexistan en armonía disímil sazonada con ironía – una de las artes mayores – glamour y teatralidad. El entrar en contacto con un drag queen, por ejemplo, es desconcertante, pues observar su estilo único para dramatizar lo absurdo de la vida puede cambiar de manera rotunda las perspectivas convencionales.


Un transformista hace con el cuerpo lo que el buen drama hace con la condición humana hasta el punto de mostrar lo absurdo al desnudo. Se trata del teatro de lo ridículo inspirado por un existencialismo extremo. Debemos notar que el objeto del arte ya no es un hecho externo. El propio cuerpo se constituye en hecho artístico en sí mismo. En este sentido, existe un paralelismo con el llamado “Accionismo Vienés” de finales de los años 60 con la gran diferencia de que estos artistas austriacos propugnaban la destrucción paulatina del propio cuerpo a través de la violencia autodestructiva.

La estética del transformismo no constituye una burla de lo femenino, es más, descarta el aspecto misógino del asunto, pues, al usar, con gesto radical, pelucas, corsés, y tacones, que alguna vez torturaron a las mujeres, quienes se veían forzadas a utilizarlos, se rinde homenaje al cuerpo femenino. El hecho de fetichizar tales objetos femeninos resulta también reaccionario. Frau Diamanda 2002"